La turba rubia es un material muy rico en materia orgánica de estructura gruesa y ligera, y color marrón claro. Este tipo de turba capaz de absorber entre 10 y 15 veces su propio peso en agua, su valor de pH es bastante ácido (de entre 3.5 a 4) y tiene una porosidad total de cerca del 90 %.
Resulta un sustrato relativamente ácido debido a la poca descomposición. Su textura suelta y granulosa proporcionan un medio adecuado para la aireación de las raíces de las plantas. También presenta un alto grado de retención de agua que permite la disminución de la frecuencia de riego.
Se puede utilizar la turba rubia como sustrato único de diversas especies acidófilas, pero se utiliza principalmente para mejorar los suelos y los sustratos de macetas y contenedores. Su adición mejora la estructura y densidad del sustrato, proporcionando un medio aireado con más capacidad de retener el agua.

